jueves, 10 de marzo de 2016

Carisma, al gusto

La llegada de la Internet ha revolucionado nuestras vidas en todo sentido. Uno de los cambios más notables es que la información se encuentra a un clic de distancia (a veces muchos más). Esta información es de todo tipo, desde aquella que ha pasado por todas las verificaciones científicas hasta las más inverosímiles. Leyendo aquí y allá, me he topado con un texto que, usando el más puro estilo de un experto gastronómico, describe una receta para el ¡LIDERAZGO!

…tome una buena dosis de carisma, bata con unas gotas de capacidad de escucha, agregue una porción de visión a futuro para saber generar cambios, sume autocrítica, buena organización y coordinación de grupos y mezcle hasta obtener una base homogénea…(Roffe, s/f ).


Si bien el autor lo hace un poco en tono de sorna, conviene revisar uno de los ingredientes principales de esta preparación para evaluar su disponibilidad en el mercado. Me refiero específicamente al carisma. La famosa definición de este término ofrecida por Max Weber (citado en Canelón, 2004) explica que se trata de una cualidad de la personalidad de ciertos individuos por cuya virtud se separan de la gente común y corriente, quienes los tratan como si fuesen súper-humanos o como si tuvieran poderes excepcionales. Ya por acá empezamos a sospechar que es un rubro más bien escaso. 


Sin embargo, Montalvo Portés, (s/f) nos brinda cierta esperanza. El autor está en desacuerdo con las personas que consideran que el carisma es como la estatura: una cualidad deseada, pero que no se puede aprender (se tiene o no se tiene). Este brinda su propia caracterización de este concepto: encanto y magnetismo personal utilizado para dirigir a los demás. E insiste en que gran parte de esta cualidad es susceptible de ser aprendida (siguiendo la analogía de la estatura, diríamos que se puede usar zapatos con plataforma para lucir más altos, por ejemplo).

Finalmente, Robbins (2004), profesor universitario en varias universidades americanas, aclara que este es un ingrediente del cual podemos prescindir al preparar este plato (es al gusto). Incluso es de la opinión que el carisma puede representar en algunos casos un inconveniente, y que sólo resulta útil en ciertas circunstancias, como cuando una empresa está iniciando o cuando se presenta una crisis que pueda hacer peligrar su existencia. En el caso concreto del entorno venezolano, esa combinación lideres+carima, no siempre ha resultado del todo exitosa.

En fin, un ingrediente menos por el cual preocuparnos, ¿qué tal los otros?

Isabel Castillo


Referencias:

Canelón, F. (2004). El resurgimiento del carisma. Aldea Mundo, año 7, Nro. 14, 44-52.

Montalvo Portés, S. (s/f). El líder carismático. [Artículo en línea]. Disponible: http://www.uprm.edu/agricultura/sea/publicaciones/LIDER%20CARISMATICO.pdf [Consulta: 2016, marzo, 8]

Robbins, S. P. (2004). Comportamiento organizacional. (10ma Ed.). México: Pearson Educación.

Roffe, M. (s/f). A ser líder se aprende. [Artículo en línea]. Disponible: http://www.marceloroffe.com/articulos/a_ser_lider_se_aprende.pdf [Consulta: 2016, marzo, 9]

5 comentarios:

  1. Puede ser que el carisma sea un ingrediente del cual se pueda prescindir, pero es notable que la mayoría de los líderes emergentes tienen algo en común: mucho carisma. Es factible que sí hayan líderes carentes de este rasgo, pero personalmete, el carisma puede llegar a ser una herramienta muy útil al mometo de liderar , logra comprometer al grupo con el líder y un grupo comprometido alcanza mucho mejor sus objetivos.

    ResponderEliminar
  2. Ciertamente, es un tema muy subjetivo, como bien lo demuestras en tu entrada. Acá una pregunta clásica ¿el líder nace, o se hace?
    Para mí, la respuesta siempre es sencilla, pues sin importar el origen, raza o credo, una persona puede llegar a desarrollar las habilidades para ser un líder que impulse hacia la grandeza a aquellas personas que le rodean. Ahora, ¿se pueden prescindir de ciertas habilidades, y aun así llegar a ser un buen líder? Siguiendo el ejemplo de la receta, una torta no sería lo que esperamos si a la mezcla le falta huevo, azúcar o su respectivo leudante. De la misma manera, un líder no podría influir efectivamente sobre sus subordinados si le falta el carisma, que modifica: valores, creencias y actitudes. De lo contrario, se estaría en presencia de un jefe. Que triste.
    Y es especialmente en el ámbito empresarial venezolanodonde más se requiere este tipo de líder.

    ResponderEliminar
  3. Saludos Isabel. Que interesante forma de presentar tu planteamiento. Por mi parte, pienso que ser carismático es una cualidad que debe tener cualquier ser humano, y mas aun los Lideres, ya que son una garantía de incrementar la afinidad y acercamiento de las personas que se sienten agradadas con la persona carismática. Una receta, con menos ingredientes altera el producto fina, un líder puede carecer de carisma, pero un líder sin carisma es un ser incompleto.

    ResponderEliminar
  4. Excelente post, esto se ve claramente en el día a día empresarial. Un ejemplo es en el área de Ventas, mientras más carisma más ventas.

    ResponderEliminar
  5. sin duda el carisma tiene importancia en la receta al éxito, pero no es lo único que se necesita. la mezcla de esta y otras habilidades tienen que estar de cierta forma niveladas o equilibradas para que luego no sea un completo desastre.

    ResponderEliminar